La leyenda de Pascualita
¿Conoces la leyenda de Pascualita?... ¿no?... pues hoy les escribiré sobre ella.
Cuenta la leyenda que por el año 1930 una señora tenía una tienda de vestidos de novia, conocida como “La popular”. Había tenido una hija, que justo el día de su boda tuvo una muerte fulminante en el altar. Se dice que su madre decidió embalsamarla, vistiéndola siempre con vestidos nupciales para recordar que murió antes de casarse y hacer de ella un maniquí que estuviera en su tienda para que estuviera siempre a su lado. La señora nunca desmintió el rumor popular, con lo que se propagó como pólvora.
Pero fue en los años sesenta que surgieron rumores de que Pascualita era capaz de moverse, pues según algunas personas, sonreía por algunos segundos o les seguía con la mirada; o que aparecían venitas rojas en los ojos por unos segundos; incluso hay quien afirma haberla visto bajarse de su plataforma para internarse en la trastienda, y regresar a su sitio más tarde con un vestido diferente. Entre las empleadas de la tienda, se dice que hay quién ha renunciado porque vieron llorar o moverse a Pascualita, o quién mientras la cambiaba, observó cómo le aparecían venas verdosas en las piernas para luego desaparecer.
Esta leyenda es única pues trata de un maniquí que permanece hasta nuestros días y que es objeto de la visita de los sabedores de esta historia, quienes visitan el aparador de la tienda para novias más antigua de México, La Popular, justo en la esquina de las calles Ocampo y Victoria, en pleno centro histórico de Chihuahua.
Esta leyenda llamó poderosamente mi atención, y en la primera oportunidad que tuve fui a verla con mis propios ojos y debido a los rumores que por las noches cobra vida y cambia de posición, fui a visitarla justo alrededor de media noche (obviamente acompañada). Para mi sorpresa y tranquilidad Pascualita estaba ahí, justo en el aparador donde me habían contado uffff, que alivio, mientras la observe en ningún momento vi que se moviera, pero puedo contarles que se siente una energía peculiar, pues es un maniquí muy bien confeccionado, en ese momento entendí porque hay quienes aseguran que es el cuerpo embalsamado de una joven y hermosa mujer. El minucioso trabajo en su elaboración está cargado de un realismo que sinceramente causa terror, hay quienes aseguran que sus manos están sumamente detalladas e incluso con las huellas dactilares en cada yema de sus dedos, por el horario en que estuve ahí no me fue posible observar a detalle sus manos, debido a que era de noche y la tienda estaba cerrada, sólo pude verla a través del cristal, pero si pude observar unos ojos grandes que rayan en la perfección con una mirada penetrante. Sólo estuve unos minutos ahí, nose si la leyenda es cierta o no, lo cierto es que estar ahí es escalofriante conociendo la historia que hay detrás.
Si algún día visitas Chihuahua, México, ármate de valor y no dudes visitarla, es una experiencia única que no puedes dejar pasar.
Cuenta la leyenda que por el año 1930 una señora tenía una tienda de vestidos de novia, conocida como “La popular”. Había tenido una hija, que justo el día de su boda tuvo una muerte fulminante en el altar. Se dice que su madre decidió embalsamarla, vistiéndola siempre con vestidos nupciales para recordar que murió antes de casarse y hacer de ella un maniquí que estuviera en su tienda para que estuviera siempre a su lado. La señora nunca desmintió el rumor popular, con lo que se propagó como pólvora.
Pero fue en los años sesenta que surgieron rumores de que Pascualita era capaz de moverse, pues según algunas personas, sonreía por algunos segundos o les seguía con la mirada; o que aparecían venitas rojas en los ojos por unos segundos; incluso hay quien afirma haberla visto bajarse de su plataforma para internarse en la trastienda, y regresar a su sitio más tarde con un vestido diferente. Entre las empleadas de la tienda, se dice que hay quién ha renunciado porque vieron llorar o moverse a Pascualita, o quién mientras la cambiaba, observó cómo le aparecían venas verdosas en las piernas para luego desaparecer.
Esta leyenda es única pues trata de un maniquí que permanece hasta nuestros días y que es objeto de la visita de los sabedores de esta historia, quienes visitan el aparador de la tienda para novias más antigua de México, La Popular, justo en la esquina de las calles Ocampo y Victoria, en pleno centro histórico de Chihuahua.
Esta leyenda llamó poderosamente mi atención, y en la primera oportunidad que tuve fui a verla con mis propios ojos y debido a los rumores que por las noches cobra vida y cambia de posición, fui a visitarla justo alrededor de media noche (obviamente acompañada). Para mi sorpresa y tranquilidad Pascualita estaba ahí, justo en el aparador donde me habían contado uffff, que alivio, mientras la observe en ningún momento vi que se moviera, pero puedo contarles que se siente una energía peculiar, pues es un maniquí muy bien confeccionado, en ese momento entendí porque hay quienes aseguran que es el cuerpo embalsamado de una joven y hermosa mujer. El minucioso trabajo en su elaboración está cargado de un realismo que sinceramente causa terror, hay quienes aseguran que sus manos están sumamente detalladas e incluso con las huellas dactilares en cada yema de sus dedos, por el horario en que estuve ahí no me fue posible observar a detalle sus manos, debido a que era de noche y la tienda estaba cerrada, sólo pude verla a través del cristal, pero si pude observar unos ojos grandes que rayan en la perfección con una mirada penetrante. Sólo estuve unos minutos ahí, nose si la leyenda es cierta o no, lo cierto es que estar ahí es escalofriante conociendo la historia que hay detrás.
Si algún día visitas Chihuahua, México, ármate de valor y no dudes visitarla, es una experiencia única que no puedes dejar pasar.
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